Estrés hídrico en los cultivos sudamericanos y sus patrones climáticos
Hemos invitado al experto de Hedgepoint Luiz Fernando Roque para que nos explique el impacto del estrés hídrico causado por La Niña en los cultivos sudamericanos.
Las cosechas sudamericanas de soja y maíz están fuertemente ligadas a los patrones climáticos de El Niño y La Niña. Tanto la producción brasileña como la argentina ya han sufrido los cambios climáticos provocados por estos fenómenos naturales. En las últimas cuatro temporadas, estos eventos han traído diferentes desafíos e impactos para los productores de la región.
Para entender la influencia de La Niña en las cosechas actuales, el experto Luiz Fernando Roque, Coordinador de Inteligencia de Mercado de Hedgepoint, explica cuáles son las expectativas para el estrés hídrico sudamericano en 2025. Siga leyendo y disfrute.
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Impacto histórico del clima en las cosechas sudamericanas
El profesional de Hedgepoint comienza señalando que los impactos de El Niño y La Niña en América del Sur son siempre monitoreados debido a la influencia histórica que estos eventos tienen en la región. En Brasil, la cosecha de soja 2021/22 enfrentó pérdidas en el Sur debido a La Niña, mientras que la cosecha siguiente (2022/23) registró un récord de producción nacional – incluso bajo la influencia del mismo fenómeno. “Mientras tanto, Argentina registró su mayor caída en la producción en muchos años, perdiendo casi la mitad de su producción debido a la falta de lluvias en 2022/23”, dice Luiz.
Por otro lado, El Niño que se produjo en 2023/24 trajo consigo un patrón inverso. El fenómeno provocó precipitaciones por encima de la media en Argentina y el sur de Brasil, pero redujo la humedad en el centro-norte de Brasil. Este comportamiento provocó importantes pérdidas de producción, especialmente en Mato Grosso, lo que impidió un nuevo récord de producción en el país.
“Esta alternancia entre patrones meteorológicos demuestra que los impactos de cada fenómeno pueden ser localizados, pero no siempre afectan de forma homogénea a toda la región”, señala el experto. A continuación se indican los patrones que cabe esperar de cada fenómeno:
La Niña
- Menor humedad en primavera/verano sobre Argentina, Uruguay y el sur de Brasil (principalmente en estados productores como Rio Grande do Sul y Paraná);
- También podría afectar a partes del sudeste y centro-oeste de Brasil y a parte de Paraguay;
- Mayor humedad en los estados del Centro-Norte de Brasil;
- En Argentina, la Zona Núcleo, donde se concentran las principales provincias productoras, tiende a sufrir sequías prolongadas.
El Niño
- Mayor humedad en Argentina, Uruguay, sur de Brasil y Paraguay;
- Las lluvias torrenciales en Argentina y el sur de Brasil podrían beneficiar a algunas regiones, pero también dificultar la recolección y la logística;
- Menor humedad en el Centro-Norte de Brasil, especialmente para los estados de las regiones Norte y Nordeste.
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Impacto de La Niña en los cultivos sudamericanos en 2025
Para este año, la previsión climática de la NOAA (Administración Nacional Oceánica y Atmosférica) es que La Niña no durará mucho. Los meteorólogos de la institución estiman en un 66% la probabilidad de que cambie a un fenómeno neutro entre marzo y mayo de este año. Consulte las probabilidades publicadas por la institución:
Fuente: NOAA
“Según el seguimiento, la actual La Niña debería ser más suave en la región sudamericana. Aun así, podrían producirse pérdidas importantes en Argentina y el sur de Brasil. Sin embargo, no deberían ser tan significativas como las registradas en temporadas anteriores”, afirma Roque.
Según el experto, la baja humedad no es la única consecuencia de La Niña en la región. Otro factor crítico para la cosecha de 2025 son las altas temperaturas y las precipitaciones excesivas, que podrían comprometer el desarrollo de los cultivos. “Por el momento, las precipitaciones excesivas no suponen una gran amenaza para la cosecha y el flujo de la producción”, añade.
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La influencia de los fenómenos climáticos en el mercado agrícola
La aparición de déficits de producción en Sudamérica es uno de los principales factores que influyen en la fluctuación de los precios de la soja y el maíz en el mercado agrícola mundial. En años anteriores, la grave sequía causada por La Niña provocó la revalorización de los contratos de futuros negociados en la Bolsa Mercantil de Chicago (CBOT).
“Este impacto es especialmente cierto en el caso de la soja, dado que estamos hablando de la mayor región productora del mundo. Brasil y Argentina representan cada año más del 50% de la producción mundial”, añade Luiz.
El periodo más sensible a las variaciones de precios de la soja es el llamado “mercado climático sudamericano”, que tiene lugar entre septiembre y marzo. Se trata de un momento delicado, ya que abarca la siembra, el desarrollo y la cosecha de la mayor parte de la producción sudamericana.
Para 2025, las expectativas del mercado son optimistas. A pesar de algunas pérdidas esperadas para la soja argentina y de Rio Grande do Sul, la tendencia es que la producción sudamericana sea superior a la del año anterior. El experto señala que Brasil desempeñará un papel importante en este escenario debido a un probable récord en el país.
“Así pues, no esperamos grandes repercusiones en Chicago para la soja, aunque el mercado del clima es un periodo de momentos especulativos. En el caso del maíz, aún es demasiado pronto para predecir la influencia del tiempo en los precios. Habrá que esperar a que se produzca la segunda cosecha de Brasil, la mayor parte de la cual debería desarrollarse entre el final de La Niña y el inicio de un patrón meteorológico neutro”, concluye el experto.
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Gestión del riesgo con herramientas de cobertura
Los fenómenos meteorológicos analizados en este artículo refuerzan la importancia de la gestión del riesgo de precios para los agentes del mercado agrícola. En años de pérdidas de producción, los compradores tienden a reducir su riesgo de suministro mediante contratos a plazo o marco y su riesgo financiero mediante operaciones bursátiles y de cambio de divisas. Los vendedores, en cambio, tratan de reducir su exposición en el mercado físico y aprovechar los momentos de revalorización de los precios. Ambos utilizan las más variadas herramientas de cobertura que ofrece el mercado.
Como señaló el Coordinador de Inteligencia de Hegdepoint, la gestión de riesgos proporciona herramientas aplicables a toda la cadena agroindustrial. Estos productos de cobertura se utilizan no solo para hacer frente a los riesgos climáticos, sino también a los riesgos financieros relacionados con la volatilidad de la producción, el suministro y otros.
Póngase en contacto con el equipo de Hedgepoint e infórmese.