Las actividades agropecuarias son de gran importancia para la economía del país. En 2021, el sector tuvo una participación del 27,5% en el PIB nacional y en 2022 debe cerrar ligeramente por debajo, pero aun manteniendo más de ¼ del total.

Por lo tanto, es posible imaginar la cantidad de transacciones financieras que tienen lugar a diario en este mercado, en las que participan no solo compradores y vendedores de commodities, sino también industrias manufactureras, instituciones financieras y toda la cadena de suministro.

Las peculiaridades del mercado de commodities

Hay algunas características que son comunes a todos los commodities. Son estas definiciones las que dan lugar a que estos productos sean una única categoría, ya que existe una gran variedad de los mismos.

Los commodities se pueden clasificar por origen:

• Agrícolas (soja, maíz, azúcar, algodón, biocombustibles).
• Minerales (petróleo, gas natural, minerales).
• Industriales (petroquímicos).

O por uso:

• Alimentos (soja, maíz, azúcar).
• Metales (minerales, acero, aluminio).
• Energía (petróleo, gas, gasolina, biocombustibles).
• Fibras (pluma de algodón, fibras sintéticas).

Son materias primas generalmente producidas a gran escala y no industrializadas. Pero quizás la característica más relevante es la volatilidad de la formación de sus precios.

El valor de un commodity se define por la oferta y la demanda. El problema es que muchos factores influyen directamente en lo que el mercado tiene para ofrecer o no, lo que hace que los precios bajen o suban rápidamente.

Puesto que depende de muchos aspectos a la vez -el clima, la variación del dólar, el transporte, la oferta mundial y otros- también existen diferentes tipos de riesgos. Algunos gestionables y otros no.

 Riesgos sistémicos X riesgos no sistémicos

Entre los diferentes tipos de riesgos a los que está expuesto el agronegocio, podemos considerar que algunos son sistémicos -cuando abarcan toda la cadena de suministro – y otros, no sistémicos- los que se refieren a la realidad de cada uno y que no necesariamente afectarán toda la cadena.

Riesgos no sistémicos:

Los no sistémicos son aquellos considerados incontrolables y que normalmente no están vinculados directamente a las transacciones financieras. Podemos citar como principales los riesgos climáticos y operativos.

Riesgo climático es el que se refiere a los fenómenos naturales. Aunque haya un pronóstico del tiempo, no se lo puede cambiar. Y, aun así, puede haber sorpresas. Se puede intentar anticiparse a los problemas causados por el exceso de lluvias y la sequía, pero los commodities agrícolas necesitan determinadas condiciones para una buena cosecha.

También hay tornados, tormentas, heladas y fenómenos como La Niña, que pueden causar grandes daños y no hay cómo impedirlos. Incluso el pronóstico del tiempo puede no ser suficiente, ya que en el mercado agro se trabaja con pronósticos para dentro de cuatro o cinco meses, es decir, es posible tener solo una estimación, pero puede cambiar mucho en un plazo tan largo.

Otro riesgo no sistémico que se puede mencionar es el operativo. Son riesgos que, como su nombre lo indica, se producen en la operación. Generalmente están vinculados a fallas humanas, accidentes, problemas de maquinaria y otros de este tipo.

Riesgos sistémicos:

Por riesgos sistémicos podemos entender aquellos que pueden provocar un efecto de bola de nieve. Cuando afecta una parte de la cadena, es probable que acabe afectando a toda la cadena.

Por ejemplo, si con la Guerra de Ucrania subió el precio de los fertilizantes, este precio se lo pasará al productor, que se lo pasará a quienes le compran, y así sucesivamente.

Entre los riesgos sistémicos, podemos nombrar dos tipos principales: los de mercado/precio y los de crédito/contraparte.

Los riesgos de crédito son aquellos en los que una de las partes acaba incumpliendo sus obligaciones establecidas en el contrato. Esto incluye aspectos como el incumplimiento de los plazos, la no entrega del producto, el retraso de los pagos, entre otros.

Para problemas de esta naturaleza, la mejor forma de tomar precauciones es mediante recomendaciones, buscando referencias de quien se compra o vende, estudiando el historial del contratista o contratante y otras informaciones que hagan más segura la transacción.

El riesgo de mercado es el que se refiere a la variación de los precios. Como se definen internacionalmente, son muchos los aspectos que influyen, ya que depende de la situación de la economía mundial.

¿Cuáles son los riesgos de mercado para la cadena de commodities?

El precio de los commodities se determina por la oferta y la demanda internacional – incluso cuando la distribución se realiza solo en territorio nacional. Esto se debe a que la demanda genera competencia tanto entre los países que producen como entre los que consumen.

De este modo, la Bolsa de Valores de Chicago, en EE.UU., es la principal referencia para la formación de precios, ya que es allí donde se llevan a cabo la mayoría de las negociaciones de compra y venta de productos agrícolas.

El FOB (Free on Board) indica el precio de la soja cotizado en el puerto de origen. Deriva de una convergencia de la cotización en la Bolsa de Chicago más la Prima de la soja (una equiparación entre el valor de la bolsa y el origen/destino de la soja) en el puerto de origen.

Por este motivo, el riesgo de mercado está relacionado principalmente con el tipo de cambio, ya que puede influir no solo una vez, sino varias en la definición del precio de un mismo commodity -el valor al momento de las inversiones para la próxima cosecha, la compra de insumos, la importación de insumos y, por supuesto, la cotización al momento de la venta.

Estas variaciones pueden incluso generar beneficios cuando el tipo de cambio del dólar es más alto en el momento de la venta, en comparación con el período de inversión, pero para ello hay que contar con la suerte.

Para no estar a merced de la mala suerte, es necesario gestionar los riesgos. Hoy en día, existen recursos en el mercado para protegerse contra la volatilidad de este mercado y evitar sorpresas, garantizando buenos negocios.

¿Cómo protegerse de las variaciones del mercado de commodities?

 Crear una buena estrategia de hedge puede ser clave para evitar sorpresas desagradables en la programación financiera, pero no es suficiente decidir usar esta forma de protección sin mucho estudio y conocimiento previo.

La mejor opción para entrar en este universo es contar con un socio que tenga un amplio conocimiento del mercado financiero y, al mismo tiempo, del agrícola. Solo con una visión amplia de un contexto tan complejo y del mercado global será posible tomar las mejores decisiones.

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