La ley de la oferta y la demanda y la formación de precios
Cómo funciona la ley de la oferta y la demanda y su relevancia en la formación de los precios en el mercado de commodities
Para entender cómo se forman los precios en los mercados en general, y en los de commodities en particular, uno de los aspectos que hay que observar y entender bien es la ley de la oferta y la demanda, es decir, qué cantidad se ofrece de un determinado producto y cuál es su demanda.
Escrito así, parece fácil de entender, pero, en la práctica, la comprensión de los mecanismos correspondientes no es tan sencilla… Lo que no significa que no pueda ser también un excelente ejercicio intelectual, con interesantes repercusiones que se pueden aplicar tanto en la vida personal de cada individuo como en las más diversas actividades profesionales. ¿Quiere conocerlo?
En primer lugar, es necesario comprender uno de los conceptos básicos para quienes estudian economía: el de escasez relativa.
Pero, ¿qué significa esto?
La escasez relativa se refiere al hecho de que, al menos desde el punto de vista teórico, los recursos siempre son escasos, insuficientes. Traduciendo: hay un límite, ya sea en la capacidad de producir algo (lo que implica comprar y/o mantener equipos, comprar insumos, remunerar el trabajo de la gente, luego trabajar en la distribución y comercialización, etc.), o en la disponibilidad de recursos para adquirir determinados bienes o productos. Esto quiere decir que al mismo tiempo en que por un lado el productor toma decisiones sobre los procesos y los volúmenes producidos, a efectos de vender su producción a los mejores precios, el comprador/consumidor también decide qué, cuándo, cuánto y a quién comprar, a partir de una determinada cantidad de recursos, que también es limitada.
En resumen, existe una profunda conexión entre quién toma las decisiones relativas a la cantidad y el flujo de un determinado producto que se ofrece en el mercado (productor) y quién pretende (o necesita) adquirirlo (comprador). Esta conexión, y también interdependencia, se llama, oferta y demanda. Y es con base en su dinámica y constante movilidad, conocida como “ley de la oferta y la demanda”, que se determinan los precios.
A mayor oferta, menor precio
La ley de la oferta y la demanda dice, de forma simplificada, que cuanto mayor sea la oferta de un producto en el mercado, es decir, cuantas más unidades de un bien determinado haya disponibles, más bajos serán los precios que se paguen para su adquisición. Especialmente si, al mismo tiempo, no hay mucha demanda de ese producto – o porque no es prioritario o porque se lo puede reemplazar por otro similar. Bueno, pero veamos un caso práctico, para que esto quede más claro.
Supongamos que hay una cosecha de maíz excepcionalmente abundante en una determinada región agrícola. Esto puede ser el resultado de condiciones climáticas favorables, avances tecnológicos en la agricultura o incluso de la expansión de las zonas cultivadas. Al mismo tiempo, la demanda de maíz se mantiene relativamente estable, sin grandes cambios.
En esta situación, la oferta de maíz sobrepasa significativamente la demanda disponible. Con una mayor cantidad de maíz disponible en el mercado, los productores se enfrentan a una aguda competencia para vender sus productos. Como resultado, los precios del maíz tienden a bajar.
Ante esta situación, los productores pueden reducir sus precios para atraer compradores y evitar la acumulación de existencias no deseadas. Además, si los precios se mantienen bajos durante un periodo prolongado, algunos productores pueden optar por almacenar sus granos para venderlos más tarde con la expectativa de que los precios se recuperen.
Más demanda y menos oferta, el precio sube
Pero la ley de la oferta y la demanda también dice lo contrario, es decir: cuanto menor sea la cantidad de un producto puesto en el mercado combinado con un mayor deseo (o necesidad) de adquirirlo, el precio a pagar será más alto. Imaginemos que hubo un terrible episodio natural en el momento de la cosecha de cacao, y que ésta fue mucho menor de lo que se esperaba. Los compradores de cacao, que fabrican chocolates con el mismo, tendrán una menor cantidad de producto final para poner en el mercado porque el volumen de materia prima que pudieron adquirir fue menor, y además tuvieron que pagar un poco más de lo habitual para garantizar su cuota en la dura competencia con otras marcas de chocolate, dada la escasez de cacao.
Y también hay que recordar que los compromisos fijos (factura de la luz, del agua, el pago de sueldos, impuestos, etc.), son mensuales. Por consiguiente, todo indica que los precios del chocolate en el mercado serán más altos – incluso porque los vendedores saben que, independientemente de que la cosecha de cacao haya sido menor, el consumidor seguirá queriendo comprar chocolate de cualquier manera y, al menos en teoría, estará dispuesto a pagar un valor superior al que pagaría en una situación “normal”. La escasez de oferta, por lo tanto, hace que suban los precios.
Otras variables
Para simplificar, podríamos decir que el precio de mercado será el que los consumidores estén dispuestos a pagar, por un lado, y por otro, el que las empresas estén dispuestas a recibir por ofrecer dicho producto. El precio de equilibrio es, por tanto, el que concilia dos objetivos antagónicos, ¿de acuerdo?
Como se puede ver, el tema es un poco más complejo de lo que parece, pero hay muchos otros factores en juego, como, por ejemplo, la competencia entre los que producen y ofrecen las mismas cosas (bienes, productos y servicios) y se disputan la atención (y los recursos) de los que desean adquirirlos. Estos agentes coexisten en un contexto determinado, que simplemente podemos llamar de mercado.
La ley de la oferta y la demanda y las empresas de hedge
De todo lo comentado hasta aquí, resulta más fácil entender cómo y por qué la ley de la oferta y la demanda juega un papel significativo en el trabajo de las empresas de hedge. Estas empresas utilizan estrategias para gestionar el riesgo del precio asociado a determinados activos o commodities. Buscan protegerse de las fluctuaciones desfavorables de los precios y asegurar un margen de ganancia más estable.
Las empresas de hedge generalmente actúan en mercados en los que existe volatilidad de precios, como el mercado de commodities. Al aplicar la ley de la oferta y la demanda, buscan anticiparse a los cambios en los precios de los activos, analizando los eventos geopolíticos, las condiciones climáticas y otros indicadores económicos, con el fin de mapear las tendencias de los precios y tomar decisiones estratégicas.
Por ejemplo, si una empresa de hedge espera un aumento de la demanda de un determinado commodity debido a factores como el crecimiento económico mundial, puede decidir comprar contratos de futuros de dicho commodity para proteger a sus clientes contra un posible aumento de los precios. De este modo, es posible garantizar un precio fijo y evitar pérdidas si los precios suben.
Asimismo, si una empresa de hedge prevé una caída en los precios de un activo debido a un aumento de la oferta, puede tomar medidas para protegerse contra dicha caída, como vender contratos de futuros o adoptar otras estrategias de negociación.
La capacidad de empresas como hEDGEpoint, de analizar y comprender la dinámica de la oferta y la demanda en un mercado determinado es fundamental para sus actividades. Al utilizar modelos predictivos, análisis de mercado e información actualizada en la toma de decisiones fundamentadas sobre las mejores estrategias, buscamos minimizar los riesgos y maximizar las ganancias para nuestros clientes.
¿Le interesa saber más sobre este tema? Quedamos a su entera disposición. Hable con un especialista de hEDGEpoint.
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