Comprender las tendencias del consumo de café es importante para todos los que intervienen en la cadena global de este commodity. De hecho, este mercado tiene una enorme relevancia para la economía de muchos países, y es indispensable en la vida cotidiana de mucha gente.
Según datos de la Organización Internacional del Café (OIC), la producción mundial estimada para la cosecha 2022/23 fue de 171,3 millones de sacos, cifra que representa un aumento del 1,7% en comparación con el ciclo pasado.
La previsión del consumo mundial de café para la cosecha actual en curso, es que la demanda alcance alrededor de 178,5 millones de sacos de 60kg, cantidad que también representa un incremento del 1,7% con respecto al mismo período del año anterior.
En vista de este escenario, es fundamental monitorear los cambios en el consumo de café para gestionar los riesgos que pueden afectar a todo el mercado del café. Por consiguiente, invitamos a Natália Gandolphi, Analista de Inteligencia de Mercado de hEDGEpoint, para hablar sobre las principales tendencias de consumo y sus impactos.
¡Siga leyendo para entender todo al respecto!
En el planeta hay cuatro tipos principales de café: Arábica, Robusta, Libérica y Excelsa. Entre estos, solo dos dominan el comercio mundial: son los del tipo arábica y del tipo canephora (también llamado de conilon o robusta). La principal diferencia entre estas dos variedades está en la cantidad de cromosomas de cada especie.
Mientras que el conilon tiene 22 pares de estructuras que alojan el material genético de la planta, el arábica tiene el doble. En la práctica, esto significa diferentes modos de cultivo y sabores de café. A continuación, explicamos otras diferencias significativas entre los mismos:
Según explica Natália Gandolfi, cuando hablamos de consumo de café, puede haber una migración de la preferencia de cafés más caros a cafés más baratos:
Natália Gandolphi, Market Intelligence Analyst
“Esto ocurre como respuesta a las condiciones macroeconómicas, en un contexto global de alta inflación y altas tasas de interés, lo que reduce el poder adquisitivo”, aclara.
Como una de las consecuencias de este escenario, hay una tendencia del consumo a migrar del café arábica al canephora debido a que al consumidor le cuesta menos. Solo para tener una idea, el número de importaciones del café arábica a la Unión Europea (UE) está en su nivel más bajo desde 1999. Según Gandolfi, los países de la UE están tratando de aumentar la importación de café robusta, principalmente de países de Asia y África, grandes productores de esta variedad.
Participación de arábica en el total de importaciones – Unión Europea.
Fuente: Eurostat, hEDGEpoint Global Markets
Para el ciclo 22/23 del café, se espera un déficit tanto para el café arábica como para el robusta. En cuanto al ciclo 23/24, el café arábica debe tener un superávit y presionar el arbitraje entre los precios, con una tendencia al crecimiento de la demanda en países como Brasil.
El déficit mundial de la cosecha 22/23 del café se debió, principalmente, a la reducción de la producción brasileña a causa de las condiciones climáticas adversas. A partir de este escenario, observamos otras tendencias de consumo, como:
Gandolphi señala que la migración está directamente relacionada con los escenarios de antes y después de la pandemia de COVID-19:
“Cuando entramos en la pandemia, hubo políticas de ayuda para las familias. En ese momento, los ahorros también eran altos. El consumo no sintió tanto los impactos y el café arábica siguió teniendo un alto número de ventas”, explica.
Sin embargo, cuando llegamos al final de la pandemia, los ahorros se agotaron. Las ayudas también terminaron, lo que provocó un deterioro del poder adquisitivo y una alta inflación a nivel mundial:
“Ya no tenemos ayudas del gobierno, los niveles de ahorro se han reducido, la inflación es persistente en naciones como Estados Unidos, principal importador de café del mundo. Los bancos de varios países subieron las tasas de interés para controlar la situación. ¿El resultado? Impactos para el consumidor, que sintió todos estos efectos en su bolsillo”, añade Gandolphi.
Si el consumidor final busca un café más barato, el productor necesita adaptar la producción para corresponder a esta demanda. Gandolfi señala que el café es un cultivo perenne, es decir, la decisión de plantar hoy se reflejará en la oferta de los próximos dos o tres años siguientes:
“La dinámica que vemos actualmente no se reflejará necesariamente en el próximo ciclo, sino a partir de la cosecha de 24/25. En Brasil, por ejemplo, mayor productor mundial de café, estamos viendo un aumento de los cultivos de café conilon, lo que corresponde a esta tendencia de aumento del consumo del grano”, analiza.
Otro factor que puede afectar la producción de café a largo plazo está asociado con el tema del clima. Gandolphi señala que el aumento de las temperaturas interfiere en la producción del café arábica, que es menos resistente al calor: “Necesita más lluvia y temperaturas más moderadas, mientras que el conilon puede aguantar temperaturas más altas y períodos de sequía más largos”, dice.
Cuando observamos el tema climático, este es un aspecto de largo plazo que puede afectar todo el ciclo del café. Si las temperaturas siguen subiendo, el cultivo del café robusta debe aumentar aún más, ya que se adapta mejor a estas condiciones.
Temperatura mundial alcanza un nuevo récord.
Fuente: Instituto de Mudanças Climáticas, Universidade de Maine
Con las nuevas tendencias de consumo, el cambio climático y los efectos de la macroeconomía mundial, el mercado del café está constantemente sujeto a la volatilidad de los precios. Es imprescindible contar con una planificación que les brinde más seguridad y protección a todos los que intervienen en la cadena de este commodity.
La mejor opción para gestionar los riesgos es hEDGEpoint. Contamos con un amplio conocimiento del sector cafetero para entender las nuevas dinámicas y ofrecer productos de hedge efectivos.
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