Agricultura: ¿qué importancia tiene para la seguridad alimentaria?
Agricultura: la importancia de garantizar la seguridad alimentaria de todo el planeta y el papel de la gestión de riesgos en este sector.
La agricultura es una de las prácticas más antiguas del planeta. Su relevancia se remonta a lo largo de la historia y contribuye a la seguridad alimentaria de la sociedad en su conjunto, aportando desarrollo e innovación.
Con una población mundial que ha superado la barrera de los 8.000 millones de habitantes, la lucha contra el hambre se ha convertido en un problema mundial de primer orden. Para que nos hagamos una idea, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) calcula que esta cifra alcanzará los 9.600 millones en 2050.
Por otro lado, se prevé que la demanda de alimentos aumente hasta un 70%. Este porcentaje se calcula en función de las calorías que necesita el individuo a diario y requiere una mejora de los hábitos alimentarios de la población.
¿Se ha preguntado alguna vez cómo garantizar la alimentación de estas personas? En este sentido, las inversiones en el sector agrícola destinadas a aumentar la producción de productos alimentarios básicos son cada vez más importantes.
Además, al estar sujeto a factores que provocan volatilidad y repercuten en la productividad, los agentes del sector buscan formas de gestionar sus riesgos El objetivo es cumplir mejor sus objetivos financieros y garantizar la seguridad alimentaria de la población.
¿Quiere saber más sobre la relación entre agricultura, gestión de riesgos y seguridad alimentaria? Siga leyendo nuestro contenido exclusivo.
¿Qué es la seguridad alimentaria y cómo podemos alcanzarla?
En primer lugar, hay que entender que la seguridad alimentaria es un derecho de todos los ciudadanos. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), la seguridad alimentaria es una situación en la que todas las personas disponen de ella:
- Acceso físico, social y económico permanente a alimentos sanos y nutritivos en cantidad suficiente para satisfacer sus necesidades nutricionales.
Por lo tanto, existen prácticas e iniciativas que deben garantizar que la población tenga acceso a estos alimentos de calidad. Como tal, hay una serie de normas relativas a la producción de alimentos. Entre ellas figuran:
1. Sostenibilidad
Responsabilidad por parte de los agricultores, ya que deben hacer un uso consciente de los recursos. Así pues, el uso de productos agroquímicos debe adaptarse plenamente a la plaga y al cultivo concretos, prestando atención a la escala de toxicidad de los productos.
La transición energética es esencial para promover la sostenibilidad en la agricultura. Reduce la huella de carbono al diversificar la matriz. Al adoptar fuentes de energía renovables, los agricultores pueden mitigar las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas a las operaciones agrícolas, como el uso de maquinaria y el transporte.
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2. Agricultura de precisión
Utilizar la tecnología para recopilar con precisión datos que optimicen los procesos de producción, como el riego. De este modo, los productores pueden acceder a la información en tiempo real, lo que resulta esencial para la toma de decisiones. También pueden tener mayor confianza en que los alimentos son seguros y están libres de contaminación.
3. Envasado y preparación de alimentos
El cuidado de los envases es esencial para que los productos no se deterioren. Por ello, el envase debe preservar la integridad del alimento y facilitar su transporte y manipulación.
¿Qué papel desempeña la agricultura en la seguridad alimentaria?
La agricultura es importante para la seguridad alimentaria en muchos sentidos. A continuación le explicamos por qué, ¡échele un vistazo!
● Producción y diversificación de alimentos
Agricultura y ganadería son los principales sectores responsables de la producción de alimentos básicos, como granos y oleaginosas, cereales, frutas, hortalizas, carne y productos lácteos, entre otros. Proporciona los alimentos necesarios para mantener a la población mundial.
De este modo, contribuye a garantizar la diversidad alimentaria, ya que proporciona una variedad de cultivos que satisfacen las necesidades nutricionales de las personas. Así pues, una agricultura sana y sostenible es fundamental para la seguridad alimentaria tanto a nivel local como mundial.
En otras palabras, la agricultura proporciona alimentos suficientes para satisfacer la demanda, tanto ahora como en el futuro.
● Acceso a los alimentos
La agricultura influye en la disponibilidad y accesibilidad de los alimentos. Cada país tiene ventajas competitivas en relación con determinados mercados, basadas en las características geoclimáticas.
Algunos países, como Brasil, tienen un clima favorable para plantar y producir soja, maíz, azúcar y café a gran escala. Sin embargo, otras regiones, como Europa, no consiguen destacar en estos productos.
Rusia, por ejemplo, es un exponente del trigo, al igual que otros países de la región, mientras que Brasil y Estados Unidos producen menos de este producto. Dadas las ventajas competitivas y las inversiones en los sectores de interés, el mercado de commodities permite a la población acceder a productos diversificados.
Los flujos comerciales garantizan que, aunque no seas un gran productor de un determinado producto, sigas teniendo acceso a él. Esta organización del mercado se equilibra con el precio.
Cuanto mayor es la demanda de un producto, mayor es su precio y más incentivos hay para producirlo e invertir en el sector. Así, la producción y la demanda se equilibran mutuamente. Los precios más bajos muestran una falta de interés, lo que a menudo lleva a la decisión de no producir o vender un determinado producto. En casos más extremos, la superficie puede pasar a dedicarse a otro cultivo.
● Empleo e ingresos
La agricultura es una importante fuente de empleo e ingresos para muchas personas, especialmente en las zonas rurales. Contribuye a reducir la pobreza y fomentar el desarrollo socioeconómico.
En Brasil hay cerca de 5 millones de productores rurales, según el Censo Agropecuario del Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE). El Centro de Estudios Avanzados en Economía Aplicada (Cepea) también indica que la agroindustria ha alcanzado la marca de 28,34 millones de personas empleadas en el sector.
● Resistencia a los choques y las crisis
Los agricultores que utilizan la tecnología y conocen a fondo los riesgos de su mercado pueden aumentar su capacidad de resistencia ante perturbaciones como catástrofes naturales, conflictos geopolíticos o crisis económicas. Esto facilita a las comunidades el acceso a los alimentos incluso en tiempos difíciles.
Para que comprenda mejor esta cuestión, hemos creado un tema exclusivo sobre el papel de la gestión de riesgos en la agricultura en favor de la seguridad alimentaria. Siga leyendo.
¿Cómo afecta la volatilidad de los productos básicos a la agricultura y la seguridad alimentaria?
La volatilidad de los productos básicos repercute de varias maneras en la agricultura e incluso en la seguridad alimentaria. Al fin y al cabo, las incertidumbres de sobre la producción y la productividad de los cultivos de commodities agrícolas repercuten directamente en los precios. En otras palabras, se producen variaciones repentinas.
Las tendencias de precios más establecidas, que indican cierto desequilibrio entre la oferta y la demanda, pueden influir en las decisiones de siembra y en la adopción de prácticas agrícolas. Por ejemplo, unos precios más bajos en el mercado de la soja y el maíz pueden indicar que la producción supera a la demanda, generando mayores existencias.
Como consecuencia, otros productos pueden ofrecer márgenes más elevados a los productores y provocar un cambio en el destino de la zona. Además, la volatilidad de los precios repercute en los consumidores, especialmente en los más vulnerables. Las subidas repentinas de los precios de los alimentos pueden provocar una disminución del acceso a los alimentos básicos, lo que hace que la seguridad alimentaria sea motivo de preocupación.
La volatilidad de los productos básicos también puede tener implicaciones más amplias para la economía mundial. Las fluctuaciones de los precios de los productos básicos agrícolas afectan a los mercados financieros, a la inflación e incluso a la estabilidad política de los países que dependen de la agricultura. Esto puede crear un entorno que interfiera con las inversiones y los programas de seguridad alimentaria.
Para mitigar los efectos de la volatilidad de las materias primas agrícolas, es esencial gestionar los riesgos. El seguimiento constante de los mercados de commodities le ayuda a responder con rapidez a los cambios en las condiciones del mercado y a protegerse.
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Gestión de riesgos en la agricultura: ¿qué relación guarda con la seguridad alimentaria?
La gestión del riesgo de mercado es una herramienta importante para proteger a los productores de las fluctuaciones de los precios de los productos básicos agrícolas.
Están sujetos a fenómenos meteorológicos como El Niño y La Niña, así como a la aparición de plagas agrícolas y a la inestabilidad geopolítica. En otras palabras: acontecimientos que pueden producirse en cualquier momento y repercutir en los precios y la demanda de estos mercados.
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